El padre de la informática, Alan Turing, recibe “perdón real” póstumo

En lugar de recibir honores y condecoraciones por su aporte fundamental para descifrar el código nazi Enigma para el gobierno británico, contribuyendo de manera decisiva a la victoria aliada y al fin de la Segunda Guerra Mundial, Alan Turing fue sentenciado en 1952 a una pena de cárcel por ser homosexual.

A instancias del gobierno británico, que a su vez actuó motivado por una petición popular, Alan Turing recibió hoy el perdón formal de la Reina Isabel II.

La tragedia de Turing se inició luego de que ladrones ingresaran a su hogar, lo que dio lugar a una investigación policial que tuvo como resultado secundario el hallazgo de evidencias de su homosexualidad. Considerando que las prácticas homosexuales eran un delito penado en Inglaterra hasta inicios de la década de los ´70, Turing fue detenido y enjuiciado.

Luego de un breve proceso, el juez le sentenció a someterse a una cura hormonal -en realidad una castración química- con el fin de que “superara su enfermedad y así no volviese a delinquir”.

Las depresiones en que se sumió Turing como resultado de la cura hormonal y el escándalo en torno a su persona le llevaron a suicidarse ingiriendo cianuro en 1954.

La carrera de Turing se inició en el King´s College de Cambridge, donde se convirtió en uno de los genios matemáticos más destacados de Inglaterra, al presentar teorías que formaron la base para el desarrollo de las computadoras. Turing concebía una máquina revolucionaria que estuviera en condiciones de leer unos y ceros (secuencias binarias) desde una cinta magnética. La teoría de Turing era que tales series numéricas podrían describir los pasos que la máquina debería dar para resolver problemas o llegar a un resultado.

Alan Turing (Fotografía: IEEE, vía Wikipedia)

Alan Turing (Fotografía: IEEE, vía Wikipedia)

La mayor relevancia histórica de Turing en Inglaterra fue su gran aporte durante la Segunda Guerra Mundial. En efecto, los alemanes realizaban letales ataques desde submarinos contra la flota aliada y los barcos de abastecimiento. Las comunicaciones entre Berlín y los submarinos se realizaba mediante un potente sistema de encriptación generada por una máquina alemana conocida como “Enigma”. El triunfo de Turing fue desarrollar una máquina denominada ””Colossus”, que al descifrar los códigos alemanes dio a las fuerzas aliadas una ventaja inconmensurable. De hecho, varios historiadores consideran que el aporte de Turing a la victoria aliada fue de importancia vital. “Colossus” es descrita por muchos como uno de los primeros pasos en dirección a la moderna computadora digital. Luego Turing continuó su trabajo, concentrando grandes esfuerzos en el concepto de inteligencia artificial. En tal contexto, desarrolló una prueba conocida como Turing Test, que consiste en que un ser humano se comunique alternadamente con una computadora y con otro ser humano mediante un terminal. Cuando el ser humano no está en condiciones de determinar si su interlocutor es la computadora o el ser humano, puede decirse que la computadora posee características propias de la inteligencia.

Sin embargo, la brillante carrera de Turing tuvo un brusco fin debido a la persecución y los prejuicios.

La descripción anterior se basa en nuestro artículo “Poco interés corporativo por prócer informático”, publicado por Diario TI en mayo de 1999, cuando  la misma industria informática que se había desarrollado y enriquecido con base en la obra de Turing era reticente a financiar un monumento en su honor.

Respecto del perdón real concedido hoy, lo cierto es que habría correspondido PEDIR perdón póstumo a Turing por haber arruinado su vida – a pesar de su significativo aporte a la ciencia y la paz mundial – por el sólo hecho de ser homosexual. Según la agencia EFE, el Ministro de Justicia del Reino Unido, Chris Grayling, declaró hoy que la vida del padre de la informática moderna, “se vio ensombrecida por su condena por actividad homosexual, un castigo que hoy se considera injusto y discriminatorio y que ha sido repelido”.

El perdón a Turing culmina una campaña de varios años, apoyada por científicos como Stephen Hawking y por sectores políticos. En septiembre de 2009, el entonces Primer Ministro laborista Gordon Brown se disculpó públicamente por la condena a Turing.

Por Héctor Pizarro, Redactor Jefe


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