La Asociación Estadounidense de Bibliotecas considera que el uso de tales filtros vulneraría las disposiciones constitucionales sobre libertad de expresión.
Según la nueva Ley de Protección de los Niños en Internet, todas las bibliotecas que reciben subvenciones estatales deberán instalar en los PCs de uso público filtros que bloqueen el acceso a pornografía infantil y otro material sexual explícito que sea considerado perjudicial para menores de edad.
En una reciente audiencia sobre el tema, el abogado representante de las bibliotecas señaló que las autoridades federales no tienen derecho alguno de obligar a los bibliotecarios a usar dispositivos técnicos en lugar de su buen juicio profesional.
La fiscalía, en tanto, señaló que la libertad de expresión no es sinónimo de autorización para distribuir pornografía.
Un factor importante en el litigio es que mientras los bibliotecarios aseguran que los filtros existentes bloquean hasta un 25% de material legítimo, las autoridades señalan que el porcentaje es de sólo 0,1%. Como ejemplo de material legítimo se citan páginas con información sobre cáncer mamario o páginas sobre educación sexual, que los filtros incluyen en su lista negra por contener imágenes de genitales o senos, o por incluir esas palabras.
Para junio próximo se espera un fallo preliminar sobre el tema.