Esta semana, la comisión de seguridad interior y asuntos gubernamentales del Senado estadounidense envió una consulta a organismos y agencias públicas de ese país, donde les pide explicar las políticas o procedimientos implementados para prevenir el uso del dinero digital con fines delictivos.
La información ha sido proporcionada por el periódico The Washington Post, que cita porciones del documento. Entre otras cosas, la comisión senatorial escribe: “Las monedas virtuales pueden ser enviadas prácticamente en el total anonimato, dejando un rastro mínimo, o inexistente, para las agencias policiales o reguladoras”. Agrega que “su naturaleza anónima y descentralizada también ha atraído a criminales que valora sobremanera poder operar en las sombras”.
Refiriéndose a la misiva, el superintendente del departamento de servicios financieros del Estado de Nueva York, Benjamín Lawsky, describió a Bitcoin y otras monedas virtuales como “un lejano Oeste virtual para narcotraficantes y otros criminales”. Según Lawsky, estas comunidades podrían llegar a amenazar la seguridad nacional de Estados Unidos, en caso de no ser posible controlarlas.
Bitcoin y otras monedas digitales fueron diseñadas con el fin de permitir a los usuarios operar en forma anónima, sin la “interferencia” o control de autoridades tributarias o policiales.
En este contexto, destaca el servicio Silk Road, o ruta de la seda, que Wikipedia define como “mercado negro en linea desde un sitio de internet operado como uno de los servicios ocultos de la red Tor conocido en términos informáticos como Internet profunda. Creado y administrado principalmente por una persona que se hace llamar “Dread Pirate Roberts”.
Precisamente este operador, “Dread Pirate Roberts”, cuestionó el 14 de agosto ante la publicación financiera Forbes las motivaciones de las autoridades. A su entender, la economía subterránea de Bitcoin amenazar el status quo de la economía global, lo que naturalmente inquieta a quienes ostentan el poder.
“Dread Pirate Roberts” declaró que: “lo que hacemos es defender nuestros derechos como seres humanos, negándonos a someternos sin haber hecho algo malo. Bitcoin simplemente un vehículo para tal propósito. Todo lo demás es secundario”.
Sin embargo, las autoridades policiales no dan crédito a las seguridades dadas por este administrador anónimo en el sentido que los usuarios, igualmente anónimos, de la ruta de la seda “no hacen nada malo”. Según Forbes, el 75% de todas las transacciones realizadas en la ruta de la seda corresponde a drogas ilícitas, incluyendo cocaína y heroína. Y aunque “Dread Pirate Roberts” prohíbe las ofertas de productos como armas de fuego, kits de malware, productos robados, tarjetas de crédito clonadas o pornografía infantil, otros sitios que aceptan Bitcoin no tienen inconveniente alguno en aceptar el intercambio de todo tipo de productos ilegales.
“Dread Pirate Roberts” tiene su propia teoría sobre la insistencia del gobierno estadounidense en “utilizar el pretexto de las actividades criminales” para intervenir las monedas virtuales”. Según declaró a Forbes, “Estamos hablando del potencial de un cambio monumental de la estructura de poder en el mundo; la gente que actualmente puede controlar el flujo y distribución de la información y el flujo de dinero. Sector por sector, el Estado está siendo excluido de la ecuación, y el poder está siendo devuelto el individuo”.
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