Anteriormente, Google ha recibido ácidas críticas (entre otros de Microsoft, mediante su iniciativa Scroogled) por utilizar el contenido de comunicaciones de correo electrónico para presentar anuncios publicitarios al usuario.
La organización estadounidense de protección del consumidor Consumer Watchdog ha demandado a Google por esta práctica, que califica de abusiva. En su respuesta, Google indica que los usuarios no pueden exigir privacidad al dejar su correo electrónico en manos de terceros.
“Es como si lo leyera la secretaria”
“Alguien que envía una comunicación de negocios a un colega no podría sorprenderse si la secretaria del colega abre la carta. La misma forma, los usuarios de servicios de correo electrónico basados en la web no pueden sorprenderse de que sus comunicaciones sean procesadas por el proveedor de correo electrónico del destinatario, durante el proceso de entrega. De hecho, una persona no puede tener expectativas legítimas de privacidad de su información, al dejarla, por decisión propia, en manos de terceros”.
La respuesta de Google no implica que sus empleados lean personalmente el correo electrónico de los usuarios de Gmail. Al igual que antes, Google asegura que el correo no es leído por personas, sino procesado electrónicamente, y con fines exclusivamente comerciales.
En otras palabras, el gigante de las búsquedas asegura estar únicamente interesado en productos o servicios en los que pudiera estar interesado el usuario, y no en su vida personal e intimidades transmitidas por correo electrónico.
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