Mientras los grandes actores del mercado informático mundial procuran a toda costa desfasarlo, la mayor parte de los usuarios de computadoras continúan fieles al medio más económico y sencillo de almacenamiento de información, el disquete.
Tal lealtad generalizada implica que hasta las computadoras más modernas incluyen una unidad de lectura de disquetes, aun cuando existen buenas alternativas, con mucha mayor capacidad de almacenamiento.
Según una empresa japonesa de análisis de mercado, durante 1997 fueron vendidas en todo el mundo un total de 2.300 millones de disquetes, cifra que podría situarse en 2.000 millones en 1998, debido a que cada vez más usuarios optan por los CD-ROM para la distribución de software.