En efecto, la NASA adelantó el regreso del Discovery de forma que la nave estuviera en la Tierra antes del 31 de diciembre. Un vocero de la entidad admitió que la organización no deseaba correr riesgo alguno (respecto a la falla del milenio).
Lo anterior no concuerda con lo que la NASA ha venido asegurando durante los últimos meses; esto es, que todos sus sistemas informáticos son compatibles con el Y2K. Tal situación, sumada al hecho de que la NASA es uno de los centros tecnológicos más avanzados del mundo, no deja de causar una cierta preocupación entre observadores.
Y aunque en sus páginas web relativas al tema, la organización deja la impresión de tener un grado de preparación óptimo respecto al Y2K, es comprensible que quiera tener una seguridad del 100%, explicable a la luz de las tragedias en que han culminado algunas de sus misiones.