Las cifras se desprenden de un estudio realizado por el Departamento de Comercio de ese país, y corresponde al análisis de gastos realizados, y previstos, por los sectores público y privado para los años 1995 al 2001, tendientes a hacer frente a la bomba del milenio.
Luego de informar sobre el elevado costo de la transición, la citada secretaría de estado indica que, a su juicio, la economía estadounidense no corre riesgo alguno de verse resentida por el problema. Al respecto, el propio Secretario de Comercio, Wiliam Daley, ilustró elocuentemente tal impresión señalando que el problema del Y2K es comparable, para el caso de Estados Unidos, con un atleta de rango mundial a quien sólo se le enreda un cordón de la zapatilla.
Recalcando su tranquilidad, Daley comentó que no perdería el sueño por la temática, y que la economía estadounidense es lo suficientemente vigorosa como para superar el problema sin verse resentida.