Básicamente, el acuerdo implica que Sony contribuirá con su enorme archivo discográfico, en tanto que Microsoft aportará su tecnología Windows Media 4.0. Tal tecnología, aún en proceso de desarrollo, apunta a desplazar al popular formato MP3, que se ha convertido en un dolor de cabeza para la industria discográfica y en una bendición para los piratas de la propiedad intelectual.
Microsoft asegura que Windows Media 4.0 supera de varias formas al MP3. Sin embargo, el elemento más relevante para la industria discográfica es que incluirá funciones que impedirán la reproducción ilegal de trabajos musicales.