La intención estadounidense es que el pueblo serbio tenga una posibilidad de recabar información por cuenta propia sobre el conflicto bélico que le afecta, y no depender de la propaganda del gobierno de Belgrado.
En el ámbito informático, las sanciones adoptadas por Washington implican la prohibición a compañías estadounidenses de vender software, tecnología y servicios a Serbia, a menos que se trate de actividades vinculadas al trabajo humanitario.
La determinación sobre permitir el acceso serbio a Internet fue adoptada por el Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus iniciales en inglés). Según la entidad, el acceso de Serbia a Internet es posible, entre otras cosas, mediante conexiones realizadas por satélites estadounidenses. En su resolución, la NSC precisa que sólo permitirá el flujo de información, quedando prohibido el comercio electrónico desde y hacia Serbia.
En realidad, sería difícil bloquear completamente el acceso de Serbia a Internet, dada la naturaleza de su funcionamiento. En el mejor de los casos, desde una perspectiva aliada, la interrupción de las conexiones vía satélites estadounidenses habría reducido, pero no impedido, el citado acceso.