Según Network Associates, aún se desconocen detalles sobre las características del virus o el grado de diseminación que ha alcanzado. Sin embargo, la compañía ha clasificado al virus en el segmento de alto riesgo, además de denominarlo el último grito en una verdadera ola de amenazas contra la seguridad informática surgida en el último tiempo, escribe Newsbytes.
Network Associates tampoco ha identificado hasta ahora un patrón en la difusión del nuevo troyano, por lo que es prematuro suponer que se trate de un ataque específico contra entidades gubernamentales o corporativas.
BackDoor-G sólo afecta a máquinas con los sistemas operativos Windows 95 y Windows 98 y proporciona a un hacker acceso y atribuciones prácticamente ilimitadas a la computadora afectada. Al igual que Back Orifice, el nuevo troyano se activa de manera imperceptible para el usuario.
Como en la mayoría de los casos, es recomendable que los usuarios de programas antivirus consulten al fabricante si su software está programado para detectar, y eventualmente eliminar, a BackDoor-G.