La pregunta adquiere cada vez más relevancia en la medida que compañías de todo el mundo entienden la importancia de estar presentes en Internet con un dominio propio. El nombre del dominio será, normalmente, el de la propia empresa o del principal producto que la identifica. Ese fue el caso de la empresa Datafellows, dedicada a la seguridad informática.
Sin embargo, un sujeto identificado como Stanley Wilson registró el dominio datafellowes.com, luego de lo cual comenzó a enviar mensajes de correo electrónico en representación de la compañía, donde ofrecía diversos productos y servicios.
El intento de fraude fue detectado por Datafellows, que pudo constatar que pocas personas analizan detenidamente la dirección de correo electrónico que encabeza los mensajes que reciben. En este caso particular, muchas personas creyeron que el remitente era realmente Datafellows, con el consiguiente perjuicio para la compañía.