Según la entidad, un grupo cada vez mayor de estudiantes y otros usuarios de Internet con acceso a líneas de alta velocidad se vale de la red para distribuir copias ilegales de películas.
A modo de ejemplo, MPAA cita el caso de The Matrix, que recientemente ha sido distribuida a gran escala en un formato similar al MP3, la pesadilla de la industria discográfica. Al igual que para el caso de la música, las copias pirateadas de películas son distribuidas sin el consentimiento de los titulares de los derechos de autor.