Como una forma frenar un cierto auge que están teniendo las ventas de procesadores alterados de Intel, la compañía diseñó un programa que, al ser ejecutado en una computadora cualquiera, determina si el procesador contenido por esta es o no un Intel auténtico que opera a la velocidad establecida de fábrica.
La medida obedece al hecho de que una serie de empresas piratas dedicadas a la venta de computadoras se ha especializado en alterar la velocidad de la frecuencia de reloj de los chips de Intel, para hacer creer al usuario que está adquiriendo un procesador más veloz, escribe News.com.
Según la propia Intel, es difícil determinar a simple vista si un procesador ha sido alterado, lo que sólo queda demostrado cuando este se recalienta. En este caso, el daño ya ha ocurrido, por lo que ya es demasiado tarde.
El programa de diagnóstico ofrecido por Intel permite determinar con absoluta certeza si se ha modificado la configuración de fábrica del procesador.