Las reglas que regulan las licencias de uso de software de Microsoft preinstalado en computadoras nuevas establecen la posibilidad de obtener un reembolso en caso de no usarlo. Valiéndose de tal disposición contractual, el australiano Geoffrey Bennett exigió la devolución de su dinero a la empresa que vendió hace tres meses una computadora portátil con el sistema operativo Windows 95 preinstalado.
Según Geoffrey, no fue del todo fácil obtener el reembolso, siendo necesario un intenso devenir postal antes de recibir su dinero. En una página web, titulada La Saga Toshiba/Microsoft Geoffey relata su experiencia, que refrenda con todas las cartas que intercambió con el representante de Toshiba en su país.
Al final de su presentación del caso, Geoffrey hace las siguientes recomendaciones a quienes no deseen usar el sistema operativo de Microsoft preinstalado y que, por tanto, aspiren a recibir el reembolso correspondiente.
Revise el acuerdo de licencia, especialmente en lo relativo al reembolso y las condiciones que lo regulan.
Al encender la computadora nueva, iníciela desde un disquete y borre la partición de Windows. Es decir, al haber ejecutado Windows aunque sea una única vez, probablemente se considere que ha aceptado los términos de la licencia, por lo que no correspondería reembolso alguno.
Al momento de la compra, manifieste inmediatamente al vendedor que no está de acuerdo con los términos de la licencia. Exija entonces información concreta sobre el procedimiento para obtener el reembolso.