Más de 1000 aviones se encontraban en el aire a la medianoche del 31 de diciembre (GMT). Ninguno de ellos reportó problemas a las torres de control que, por su parte, tampoco experimentaron las temidas pantallas negras. En EEUU y China, funcionarios públicos y directores de aerolíneas celebraron el año nuevo a bordo de una aeronave, como una forma de recalcar su absoluta confianza en la compatibilidad de sus sistemas con el Y2K.
Desde Rusia, donde observadores occidentales temieron que se produjeran fallas en reactores nucleares, se informa de total normalidad. Tampoco hubo novedades desde el centro de coordinación militar ruso-estadounidense, creado especialmente para prevenir malos entendidos en torno a la transición informática, que pudieran haber tenido efectos catastróficos.
Esta redacción realizó un rápido viaje virtual hacia servidores de países que ya habían transitado al nuevo milenio, constatando que todos los sitios web consultados estaban accesibles.
Con todo, aún queda por ver la forma que se comportarán los sistemas informáticos del mundo financiero, cuando las bolsas de valores de todo el mundo abran el lunes 3 de enero. Existe además un considerable número de sistemas que fueron apagados antes de la medianoche, para luego ser encendidos de manera gradual y controlada.
Dado el balance absolutamente positivo que la transición informática arroja a nivel mundial siendo las 14:00 hrs. GMT del 1ro. de enero del año 2000, queda preguntarse si toda la problemática de la falla del milenio no fue quizás algo exagerada, o si como muchos gobiernos y el sector corporativo afirmarán las astronómicas sumas invertidas en compatibilizar sistemas fueron dinero bien invertido y que la ausencia de situaciones críticas sea precisamente el resultado de las medidas preventivas adoptadas.