SANTIAGO: El documento de la UIT, del que sólo se ha presentado un avance parcial -la versión final será divulgada en diciembre en Ginebra en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información-, incluye un Indice de Acceso Digital (IAD) con datos de penetración tecnológica de 174 países y territorios.
Suecia figura en primera posición en ese índice tecnológico de la UIT, seguida de Dinamarca, Islandia, Corea del Sur, Noruega, Holanda, Hong Kong, Finlandia y Taiwán, países en los que la casi toda la población adulta tiene acceso a las TIC.
La lista prosigue con Canadá, en décima posición y a continuación Estados Unidos, el Reino Unido, Suiza, Singapur, Japón, Luxemburgo, Austria, Alemania, Australia, Bélgica, Nueva Zelanda, Italia, Francia, Eslovenia e Israel, todos ellos clasificados en el grupo de los veinticinco más adelantados en TIC. El principal autor de ese informe, Michael Minges, declaró a la agencia EFE que las inversiones públicas en los países escandinavos y el elevado crecimiento de algunas economías asiáticas ha impulsado ese adelanto tecnológico.
En el grupo de países clasificados como de avanzada penetración tecnológica figura España, que está en la en posición 29 del IAD, Portugal en la 33, Chile en la 43, Uruguay en la 51, Argentina en la 54, Costa Rica en la 58, México en la 64 y Brasil en la 65. Las dificultades de Latinoamérica obedecen a los problemas relacionados con las desigualdades en la distribución de la renta, dijo Minges. Agregó que en los países de América Latina hay un elevado nivel de educación y una buena infraestructura, privatizada hace años, pero consideró que la liberalización de las telecomunicaciones no es suficiente porque todavía numerosas personas no pueden pagar el precio de acceso a las TIC. Entre los países que figuran en el grupo de niveles de acceso medio a las TIC figuran Panamá en la posición 72 del índice IAD, Venezuela en la 73, Colombia en la 79, Perú en la 83, República Dominicana en la 94 y Ecuador en la 96. Chile, Argentina o Brasil tienen buena infraestructura, eficiente y bien gestionada porque está en manos privadas, pero el problema es el precio y las grandes disparidades de ingresos, apuntó Minges en su entrevista con EFE.