El argumento principal de Napster es definirse como PSI (Proveedor de Servicios Internet) y por lo tanto estar protegido por la ley sobre propiedad intelectual digital, según la cual, bajo ciertas circunstancias, los PSI no son responsables por las violaciones de propiedad intelectual en que incurran sus usuarios. Tal disposición emana del hecho de que para los PSI es imposible monitorizar todo el tráfico digital que fluya por sus servidores y determinar si tales datos cumplen o no la ley o leyes aplicables.
El tribunal desestimó tal interpretación y acogió la querella de RIAA para trámite judicial. Esto implica que RIAA deberá probar sus alegaciones de que Napster ha violado la propiedad intelectual de sus representados e incurrido en piratería de música.
Para muchos, Napster es un programa genial, ya que permite descargar y compartir música en Internet, la que es encontrada en tiempo real, evitándose así los denominados enlaces muertos. Sin embargo, un servicio como el ofrecido por Napster puede, y de hecho es, usado para intercambiar archivos de audio copiados ilegalmente, lo que motiva la legítima indignación de las empresas y músicos afectados.
La idea de Napster, recalcada en su sitio web, es promover la difusión de música de artistas no consagrados, a la vez que precisa que es obligación de cada usuario respetar la normativa sobre propiedad intelectual aplicable a su lugar de residencia.
Con todo, el servicio Napster motivó una gran ofensiva de parte de la industria discográfica, que se opone a los servicios organizados de distribución de música en formato MP3. RIAA presentó una demanda contra Napster por copia y distribución organizada de música pirateada, y ayer ganó una importante batalla.
En su fallo, la juez Marilyn Hall Patel indica que Napster no sólo ha limitado su papel a la distribución de información, según tienen permitido las empresas telefónicas, sino se ha involucrado directamente en la difusión de contenidos, a la vez que ha permanecido impávida frente a la distribución de música ilegal.
En caso de ganar RIAA en los tribunales, Napster se verá obligada a cerrar su servicio definitivamente, al menos en su forma actual.