Al conocer esta determinación, Gates y sus abogados anunciaron que apelarán sin tardanza, argumentando estar seguros de que Microsoft puede ganar el proceso de apelación al mostrar que la compañía no fue dirigida de una manera anti competitiva, sino por lo contrario, competitiva.
Gates sostuvo que la decisión tomada por Jackson fue injusta y que sólo demuestra una colosal e improcedente intromisión por parte del gobierno en la industria de la alta tecnología.
El arquitecto jefe de Microsoft está dispuesto a probar ante el gobierno que para cualquier compañía de software es vital tener una estrategia de Internet para sobrevivir en la industria informática. Asimismo, dijo que el incluir servicios de internet en su compañía, no obstaculizaba a Netscape u otros competidores la distribución de sus servicios.
La propuesta del gobierno realmente representa una regulación al diseño de software y una toma injusta de la propiedad intelectual de Microsoft, declaró Steve Ballmer, CEO de Microsoft. Nosotros continuaremos haciendo lo que hacemos mejor: construir nuevo software, señaló Gates.