Desde el otoño boreal de 2010, las autoridades europeas han investigado al gigante de las búsquedas, por la forma en que éste utiliza su posición dominante en el mercado de las búsquedas para posicionar sus propios servicios, supuestamente en perjuicio de los ofrecidos por sus competidores.
El lunes 21 mayo, el vicepresidente y responsable de competencia de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, hizo una propuesta a Google: llegar a un compromiso que implica, necesariamente, la adopción de medidas, o iniciar un largo proceso judicial en la Unión Europea.
Google ha hecho frente a complejas quejas por parte de entidades de diversos sectores, tales como la Asociación Alemana de Editores de Revistas (V.D.Z.), Ciao, eJustice.fr, la Federación de Editores de Diarios Alemanes (B.D.Z.V.), Foundem y Twenga. En abril de 2011, Microsoft se sumó a las denuncias hechas contra Google en Europa.
En una nota difundida el 21 mayo, ICOMP (Iniciativa por un Mercado Online Competitivo) considera positiva esta exigencia de la Comisión Europea a Google para que adquiera compromisos durante las próximas semanas, tras una larga investigación sobre alegaciones bien documentadas que afirman que el gigante de Internet está violando la ley de competencia.
David Wood, asesor legal de ICOMP, se refirió al anuncio señalando: En principio, la noticia sobre la exigencia a Google de compromisos es bienvenida. Esto implica que la Comisión ha encontrado que el comportamiento de Google constituye un abuso de su posición dominante en el mercado de búsquedas online.
Durante varios años hemos expresado nuestra preocupación acerca de que la conducta de Google viola la ley de competencia europea. El comportamiento de Google ha causado un daño importante a numerosas empresas que operan en el ecosistema online, obstaculizando la innovación, la competitividad, y dañando en última instancia a los consumidores y la economía europea.
Es vital que los términos del acuerdo incluyan medidas para corregir rápidamente el daño causado a las empresas y a los consumidores europeos y sean lo suficientemente robustos como para asegurar que tales prácticas no se repetirán. Confiamos en que éste resulte ser el caso y se alcance la restauración de un mercado online competitivo.
La propuesta de Almunia implica Google tiene un par de semanas para presentar medidas que convenzan a las autoridades europeas que sus intenciones no son impedir la libre competencia. En tal caso, Google podría evitar un largo proceso cuyo desenlace podría ser, en el peor de los casos, una multa que ascendería al 10% de la facturación global de Google.
Ilustración: Wikipedia.