La tecnología de las firmas digitales está construida con base en algoritmos encriptados que son adjuntados a los documentos por los individuos en una transacción. Un certificado digital es un código de encriptado único que valida la firma digital del usuario.
Mediante dicha tecnología, las compañías podrán vender y comprar productos, así como reunir y almacenar registros de transacciones en servidore, mientras que los consumidores y negocios podrán firmar digitalmente transacciones tal como si usaran una tarjeta de crédito al hacer compras. Con todo, el mayor potencial de la tecnología está en comprimir los grandes documentos de transacciones, tales como préstamos para hipotecas, registros de seguros y contratos corporativos.
Por su parte, expertos creen que la adopción de la tecnología entre negocios y consumidores podría verse entorpecida hasta que los proveedores encuentren el balance correcto entre la seguridad y el uso fácil de ésta.
Se necesitará más que una ley para motivar la adopción de firmas digitales, señaló Tommy Petrogiannis, presidente de Silanis Technology Inc.. La familiaridad con las firmas escritas, y la cautela tanto en la seguridad electrónica como en la adaptación de nuevas tecnologías significarán un reto para el usuario.
Debido a que muchos usuarios de Internet están preocupados por la privacidad y seguridad de usar firmas digitales en transacciones, no es suficiente con crear tecnologías más avanzadas para generar confianza, afirmó Bill Brice, fundador y CEO de AlphaTrust Corp.
Añadió que la gente necesita estar segura de que su privacidad no será violada, y que las medidas que los protegerán contra fraudes podrán identificar al ladrón, así como que sus firmas serán válidas en todas las jurisdicciones.