Hace 15 años que la fábrica de Intel llegó a Costa Rica y, hasta hoy, Intel ha invertido US$ 800 millones en el país. En el principio, la fábrica tenía 500 empleados costarricenses y actualmente son más de 2.800 empleados directos, quienes están a cargo de procesos de ensamble y prueba de microprocesadores, desarrollo y diseño de ingeniería y diversos servicios.
De acuerdo con Mike Forrest, gerente general de Intel Costa Rica, son diversas las contribuciones de Intel en el país costarricense, no solo en tecnología, también en programas educacionales y sociales. Un ejemplo es el Programa del maestro, que ha entrenado la mitad de los maestros del país para que utilicen materiales digitales en sus clases, afirma el ejecutivo.
Forrest resaltó que la inversión también se hace en los empleados. En este año, vamos a hacer mantenimiento de las instalaciones. Así, crearemos un ambiente aún más positivo de trabajo para todos, dijo.
Cada año, Intel introduce nuevas tecnologías en la planta, haciendo que la fábrica de Costa Rica tenga los más avanzados equipos para ensamblar modernos procesadores.
Además, la fábrica es sede del Centro de Servicios Globales. Costa Rica está a cargo de todos los servicios de contabilidad, nóminas y financieros, procedimientos de recursos humanos y adquisiciones para todo el continente. El país es responsable también por el Soporte Corporativo de TI de la empresa. Desde febrero de 2011, en Costa Rica también se encuentra un Centro de Desarrollo de Ingeniería donde se diseña y desarrolla software y hardware para la Corporación.
De acuerdo con el gerente de Costa Rica, el país es productivo y las instituciones del gobierno son buenas. La calidad del sistema educativo hace que seamos optimistas y creamos en la capacidad de los futuros profesionales, aseveró Mike.