La Comisión Europea ha puesto en marcha un proyecto para diseñar el mapa de la velocidad de las conexiones a Internet de banda ancha en los veintisiete países de la Unión Europea. El proyecto medirá la velocidad real de las conexiones de los usuarios, independientemente de la información proporcionada por las autoridades reguladoras o por los proveedores de servicios, sin registrar datos personales de navegación ni afectar a la conexión de Internet.
Para llevar a cabo el estudio, la Comisión Europea está buscando voluntarios para instalar un dispositivo especial a través del que medir los parámetros de conexión a la red. El aparato, que funciona en modo reposo, realiza sus propias mediciones, independientemente de la información oficial sobre la velocidad de conexión. Todos los meses, los voluntarios recibirán los datos de sus medidas, que se unirán a las estadísticas de la investigación; por otra parte, al finalizar el proyecto, los colaboradores podrán seguir utilizando el dispositivo para uso personal.
En EE.UU y Gran Bretaña ya se han llevado a cabo proyectos similares de medición real de conexiones de Internet a alta velocidad. El objetivo de la Comisión Europea es usar los datos estadísticos recogidos para desarrollar un mapa paneuropeo sobre el estado del acceso a Internet de banda ancha en los países miembros de la Unión Europea, además de Islandia, Noruega y Croacia, y servirá, así mismo, para que la Comisión tome decisiones de inversión en el desarrollo de Internet en Europa y se puedan elaborar casos de éxito y buenas prácticas.
La Comisión Europea, los proveedores de servicios de telecomunicaciones, los organismos reguladores y los consumidores tendrán acceso a los resultados cuando la investigación concluya, lo que está previsto en el plazo de dos años.