La competencia es organizada por SDMI (Iniciativa de Seguridad en la Música Digital) de la cual son miembros los cinco sellos discográficos más importantes, y tiene como fin encontrar hackers que le ayuden a construir un programa para defender su propiedad intelectual contra otros hackers, impidiendo la distribución de música copiada ilegalmente por canales digitales.
Los organizadores del boicot señalaron a Cnet que el proyecto de SDMI constituye, lisa y llanamente, un intento de limitar el derecho de los consumidores a usar los derechos de la música que compran.
Según la publicación, muchos de los hackers expertos han acordado no participar en la competencia.