La explosión habría sido causada por la acumulación de gas de aluminio altamente inflamable en un conducto de las instalaciones utilizadas para fabricar productos de Apple como tabletas iPad y teléfonos iPhone.
Los reportes iniciales del accidente, ocurrido el viernes 20 de mayo, daban cuenta de 2 fallecidos y 10 heridos. Sin embargo, la información actualizada el domingo 22 de mayo menciona tres muertos y 15 heridos.
Según Foxconn, el accidente está siendo investigado por una comisión presidida por las autoridades locales y la policía. En un informe preliminar, la comisión escribe que el accidente fue ocasionado por polvo altamente inflamable que estalló en un conducto debido a falta de ventilación.
Toda la producción ha sido suspendida en las instalaciones afectadas, aunque Foxconn informa que la producción continuará en las demás fábricas de Chengdu.
Foxconn ha concitado gran atención mediática luego de una ola de suicidios entre sus empleados, ocurrida en 2010. La empresa ha debido responder además por frecuentes acusaciones de esclavitud de sus trabajadores (ver artículos de referencia al final de esta nota).
Por su parte, la organización de activistas de derechos humanos SACOM (Students and Scholars Against Corporate Misbehavour), informó en mayo pasado que los empleados intoxicados continúan con grandes problemas de salud, y que la ayuda que han recibido de parte de la empresa y las autoridades ha sido insuficiente en grado sumo.
En otro informe, fechado 6 de mayo, SACOM escribe que ni Foxconn ni Apple han cumplido las promesas que hicieron con posterioridad a la ola de suicidios de 2010 (ver documento Foxconn and Apple Fail to Fulfill Promises: Predicaments of Workers after the Suicides (Foxconn y Apple no cumplen sus promesas: las vicisitudes de los trabajadores después de los suicidios). Entre otras cosas, se indica que las mejoras salariales prometidas a los trabajadores no se han hecho realidad. Se agrega que la cafetería, que anteriormente ofrecía una ración de comida gratuita a los trabajadores, ahora cobra por los alimentos. Asimismo, no se ha cumplido la promesa de mejorar las condiciones de trabajo, señalándose que los trabajadores se quejan de capataces que les tratan a gritos en medio de una disciplina tipo comando.
Apple, por su parte, ha publicado su habitual comunicado en que lamenta la pérdida de vidas humanas, expresando sus condolencias y asegurando que coopera estrechamente con Foxconn para entender las causas de estos terribles acontecimientos.
Desde 2006, año en que se produjeron las primeras denuncias sobre las condiciones de trabajo deplorables en la fábrica de Apple en China, la empresa de Steve Jobs ha reiterado su preocupación y buena voluntad por solucionar el tema, sin que hasta ahora su discurso haya cristalizado en resultados concretos, algo que queda demostrado por la ola de suicidios de 2010.
Imagen: Captura de pantalla del informe Foxconn and Apple Fail to Fulfill Promises: Predicaments of Workers after the Suicides.