Al respecto, un portavoz oficial alemán señaló que Napster representa un desafío, toda vez que brinda a los usuarios de Internet libre acceso a música de inspiración nazi y xenófoba, con toda su carga de odio y antisemitismo. Por tal razón, las autoridades germanas se dirigieron al socio de Napster en ese país, Bertelsmann, con el fin de solicitarle interceder.
El consorcio Bertelsmann, por su parte, considera que las autoridades piden algo que, en realidad, es imposible, toda vez que la música de Napster no está almacenada en un servidor central, sino en las computadoras personales de 40 millones de usuarios.
Haciendo una analogía con el servicio de correos, Bertelsmann puso de relieve que Napster es sólo una plataforma gestora de contenido, a la que no corresponde responsabilidad editorial alguna. De igual modo, recalcó que Napster es únicamente un socio estratégico y no una subsidiaria sujeta a su control.