En un estudio realizado por la Universidad de Liverpool y presidido por el científico Robin Dunbar se concluye que el teléfono celular es el símbolo de hombría del hombre del siglo 21. Es decir, un hombre “dotado” de un teléfono móvil exclusivo ejerce sobre las mujeres un efecto parecido al que tiene el rugido del simio macho sobre las hembras de su especie.
En el estudio también se comprobaron otras situaciones interesantes desde una perspectiva antropológica. Por ejemplo, los hombres cruzan con mayor frecuencia la calle a pie cuando el semáforo está en rojo si en los alrededores hay mujeres que puedan observar tal “osadía”.
Por cierto, entre los propios hombres se produce una competencia, consciente e inconsciente a la vez, por tener los teléfonos más lujosos y “potentes”. Según Dunbar, tal situación permite que los hombres realicen una suerte de demarcación territorial que, curiosamente, tiene un efecto en el sexo opuesto.
En declaraciones realizadas a la publicación New Scientist, Dunbar califica los resultados de su estudio de “deprimentes”.