Casi a diario se tienen noticias de empresas dot-com anteriormente cotizadas en sumas millonarias, y que ahora cierran sus puertas debido a su baja o nula rentabilidad. En tal sentido, las realidades económicas a las que han estado sujetos los negocios tradicionales se han hecho patentes con pleno efecto en la Nueva Economía. Es decir, una empresa que no gana dinero sencillamente no es viable y, por lo tanto, está condenada a la quiebra.
Lo anterior, por cierto, resulta en despidos masivos en las empresas afectadas. Según las cifras disponibles y proyecciones preliminares, en diciembre 10.000 trabajadores estadounidenses del área informática perderán sus empleos debido a reducciones de personal o a quiebras.
Con todo, la negativa tendencia parece estabilizarse, por lo que el nivel actual de despidos se mantendrá en el nivel actual y no se agravará, al menos en el mediano plazo.