El material consiste de una película que, además de proteger, representa una interferencia mínima a la comunicación y es barato y fácil de producir.
La universidad está en pláticas con socios potenciales, pero aún no ha llegado a un acuerdo para la comercialización del invento.
Sin embargo, a pesar de la creciente preocupación del público respecto a la seguridad de los teléfonos móviles, Motorola descalificó categóricamente el invento. Al respecto, un portavoz de la compañía cuestionó que el material pudiera ser usado para proteger a los usuarios de los teléfonos móviles de la radiación sin interferir con la calidad de la transmisión.
Si se pusiera un dispositivo entre el teléfono móvil y su estación base, éste le diría al teléfono que aumentara su poder. Lo que llevaría un compromiso con la calidad de la señal y consumiría considerablemente la batería del teléfono, señaló el portavoz.
Los teléfonos móviles emiten bajos niveles de radiación y no existe evidencia científica de efectos adversos para la salud de los usuarios, concluyó el portavoz.