De acuerdo con el estudio de IDC y BSA, durante el último año un total de US$ 136 millones de dólares se perdieron como consecuencia de esta actividad ilegal, 7% más que el año anterior y casi 20 veces más de lo que destinará el gobierno colombiano para llevar ayudas médicas a las regiones aisladas del país y prevenir la propagación del brote del virus de la gripa porcina.
Con la ayuda de los gobiernos, las compañías de software y la decisión de muchos usuarios de utilizar software legal, se han logrado resultados positivos en la reducción de los índices de piratería de software. Sin embargo, la piratería de software aún representa un problema serio para el desarrollo de las industrias de tecnologías de la información en América Latina, afectando negativamente las economías locales, por ejemplo por la pérdida de empleos, explicó Ian Raisbeck, Apoderado General para los miembros de BSA en Colombia.
A excepción de Chile, Guatemala y Paraguay, en donde crecieron los índices de uso ilegal de software, la gran mayoría de los países en los cuales trabaja BSA en Latinoamérica mantuvo o redujo sus tasas de piratería entre un 1% a 2%. En el mundo la tasa de piratería de software se incrementó en un 3%, llegando hasta el 41% y acumulando pérdidas por US$ 53,135 billones de dólares.
Aún somos una de las regiones con mayores índices de piratería de software pero estamos entendiendo el valor de promover la legalidad y cómo ésta nos puede ayudar generar progreso económico y bienestar. Es prioritario no reducir los esfuerzos de las autoridades, los gobiernos y la industria para controlar esa actividad ilegal, enfatizó Raisbeck.
El estudio de IDC y BSA destaca los programas de legalización liderados por los vendedores y los gobiernos, los esfuerzos educativos conjuntos entre los sectores públicos y privados, así como los nuevos modelos de distribución y licenciamiento de los programas como algunos de los factores determinantes para continuar reduciendo la piratería de software.