La parte acusadora en el juicio contra The Pirate Bay enfrenta un gran desafío técnico. Las evidencias aportadas por la policía, en forma de archivos torrent, pueden provenir de un gran número de fuentes. Según la defensa, no hay elementos que vinculen fehacientemente tales ficheros al sitio de TPB.
Los dos expertos técnicos de TPB, Gottfrid Svartholm Warg y Fredrik Neij han requerido en reiteradas oportunidades que la fiscalía pruebe que la música y otro material ilegal fue transferida mediante enlaces directos publicados por TPB. En tal sentido, indican que hay un gran número de sitios de torrents en Internet, y que la fiscalía sencillamente carece de evidencias que vinculen los torrents, como hecho probado, a TPB.
Al respecto, indican que las referencias pueden provenir de Google, que presenta enlaces a torrents de la misma forma que TPB. Google también guarda enlaces a los torrents en sus servidores, que así quedan disponibles mediante Google Cache.
Las pruebas concretas de la fiscalía son 23 álbumes musicales, nueve películas y cuatro juegos. El tribunal requiere que la parte acusadora pruebe, como mínimo, que los torrents provienen de TPB. También se requieren pruebas de que TPB forma parte de una red delictiva cerrada, donde el servicio de búsqueda es determinante para que se produzcan las infracciones contra la propiedad intelectual.
Un experto en búsquedas consultado por el periódico sueco Aftonbladet comentó que Google es el mayor buscador de torrents. De hecho, en Google se puede encontrar más torrents que en The Pirate Bay. Sería hipócrita de IFPI no presentar una querella similar contra Google. Para ellos, Google es una mayor amenaza que lo que TPB haya sido o pueda llegar a ser.