Recientemente, Sony anunció una victoria legal alcanzada en Canadá, en que los tribunales sentenciaron al propietario de la empresa “Kustum Komputers” al pago de una multa de 20.000 dólares y a prisión condicional por 12 meses.
Mediante el fallo se castigaba a Kustum Komputers no sólo por vender juegos piratas, sino también por vender chips modificados para PlayStation 2, que hacen posible ejecutar CD copiados y código “no autorizado” en las consolas.
El juicio tiene gran relevancia para Sony, toda vez que establece un precedente legal que eventualmente hará desistir a empresas e individuos interesados en alterar su producto.
Sin embargo, al otro lado del mundo, en Australia, un tribunal llegó a una conclusión diametralmente opuesta a la del tribunal canadiense. Según el servicio de noticias ABC, Sony intentó por la vía legal que un pequeño negocio australiano dejara de comercializar chips modificados para PlayStation 2. Sin embargo, la conclusión del tribunal, avalada por la entidad Australian Competition and Consumer Comisión (ACCC), estableció el derecho legal de los usuarios de modificar las consolas a su antojo.
“En Australia hay un acceso muy limitado a los juegos, en comparación con otras regiones. El intento de Sony de impedir el uso de juegos copiados y juegos de otras zonas infringe los derechos de los consumidores”, comentó Alan Fels, de ACCC a ABC.