Con el objetivo de establecer un marco más estricto para los servicios digitales, en el que se proteja mejor a los internautas y sus derechos fundamentales, el Parlamento Europeo aprobó el 5 de julio de 2022 la Ley de Servicios Digitales (DSA), favoreciendo su entrada en vigor en 2023 para las grandes plataformas digitales. Esta nueva legislación impone una serie de obligaciones en materia de identificación y trazabilidad de vendedores y productos, que van a tener una incidencia directa en las empresas de eCommerce.
La ley de Servicios Digitales es una normativa europea que nace con el objetivo de proteger a los usuarios en la red y convertir Internet en un espacio más seguro. El nuevo Reglamento pretende poner en práctica el principio de que aquello ilegal en el mundo físico lo sea también en el online.
En total son seis las obligaciones que las compañías de comercio electrónico van a tener que adoptar con la entrada en vigor de la DSA:
- Poner en marcha medidas para combatir los contenidos ilícitos, en particular el odio y la desinformación.
- Aumentar los esfuerzos para mejorar la trazabilidad de los productos con el fin de detectar a los vendedores de productos ilícitos.
- Obtener garantías efectivas para los usuarios, incluida la posibilidad de recurrir las decisiones de moderación de las plataformas cuando se retiren o restrinjan sus contenidos.
- Ser más transparentes y ofrecer mejor información sobre las condiciones de uso y los algoritmos utilizados.
- Abandonar la publicidad dirigida a los niños o en base a categorías como el origen étnico, la opinión política o la orientación sexual.
- Aumentar la transparencia de todas las comunicaciones publicitarias y de marketing de influencers.
Estas obligaciones tendrán un alcance muy amplio y afectarán a todas las plataformas que alojen contenidos (redes sociales, motores de búsqueda, sitios de viajes o plataformas de comercio electrónico) y ofrezcan sus servicios en el mercado europeo. No importa que estos intermediarios tengan su sede en Europa o en cualquier otra parte del mundo. En cambio, las microempresas y pequeñas empresas con menos de 45 millones de usuarios estarán exentas de determinadas obligaciones.
Mayor supervisión del sistema de comercio electrónico
Entre las exigencias de la DSA se encuentra el tener que llevar una mayor supervisión de todo el sistema de comercio electrónico, por lo que, para adaptarse a estas nuevas obligaciones, es imprescindible contar con un sistema de gestión de pedidos, como la solución OMS de Generix Group. Esta herramienta cuenta con las siguientes funciones que ayudan a adaptarse a las empresas a la nueva ley:
- Calcular las existencias reales disponibles: el OMS tiene en cuenta todos los movimientos de cada centro, en tiempo real, e indica las existencias instantáneas por fecha y lugar de preparación.
- Alimentar las herramientas de venta: el sitio web, los marketplaces y las tiendas pueden informar con certeza al cliente sobre la disponibilidad de cada artículo.
- Cambio de pedido: ante un cambio de opinión del cliente, el OMS conserva los pedidos pendientes antes de las operaciones de ejecución para poder modificarlos fácilmente.
- Seguimiento de la ejecución de la promesa: el OMS envía las órdenes de preparación a los sistemas de los centros afectados y centraliza toda la información de seguimiento de la ejecución.
- Selección de los lugares de preparación: agrupar, cortar, dividir las líneas de pedidos, elegir el lugar de preparación, operar al mejor coste preservando el servicio al cliente.
- Impulsar la reintegración de las devoluciones: sincronizar la información sobre devoluciones en el OMS independientemente de la ubicación del cliente y acelerar la entrega.
En definitiva, se trata de automatizar todos los procesos relacionados con los pedidos para ofrecer la mejor experiencia al cliente con los mejores márgenes para la empresa. El OMS hace un seguimiento de toda la información y los procesos y, de este modo, proporciona visibilidad tanto a la empresa como al comprador. Por tanto, se cumple el deber de transparencia.
Por Ignacio García, director comercial de Generix Group