La nueva normalidad en la que hemos entrado después de casi tres meses de estado de alarma en nuestro país está provocando necesariamente ciertos cambios en las rutinas que teníamos hasta ahora. Más allá de la transformación de la relación entre empresa y profesionales con el trabajo remoto en pleno auge, el ocio también ha experimentado una conversión a la que nos tendremos que acostumbrar poco a poco pero que nos permitirá seguir disfrutando de nuestro tiempo libre gracias, sobre todo, a la tecnología.
Además, la economía digital supone para España, según el último informe de Adigital, la Asociación Española de Economía Digital, casi el 9% del PIB de forma directa y sitúa a este sector como el segundo más relevante en la economía española, sólo superado por el inmobiliario (12,3%), y por encima de sectores principales como el alojamiento y la restauración (6,2%) o el comercio minorista (6%), lo que revela el papel cada vez más importante que la transformación digital está jugando en la economía española, acelerado como consecuencia de la crisis generada por la COVID-19.
Por todo ello, la consultora de desarrollo digital española Syntonize ha recopilado una serie de oportunidades de negocio basadas en la tecnología para intentar que la nueva normalidad se parezca lo más posible a la antigua normalidad:
–Aplicaciones de gestión de reservas de espacio: ya no sólo es necesario reservar para ir al restaurante de moda: las comunidades de vecinos han tenido que adoptar medidas de distanciamiento en las zonas comunes, como la piscina, para que todos los propietarios puedan disfrutar del chapuzón guardando las distancias de seguridad. Ahora con una simple aplicación que pueden descargarse todos los vecinos se puede ver el nivel de ocupación o reservar espacio para el día siguiente.
–Control de aforos: en zonas públicas, los ayuntamientos han tenido que hacer lo mismo con las playas. En este caso, se utilizan sobre todo aplicaciones de control de aforo por cámaras o con reconocimiento facial, igual que empezó a hacer el comercio en cuanto se relajaron las medidas de confinamiento. A pesar de las dudas legales que suponen este tipo de tecnologías, por algunos fallos que se han encontrado, la idea en este caso es solamente contabilizar el número de personas que acceden a las zonas públicas y lanzar avisos en caso de acercarse al límite de aforo.
–La compra en casa: aunque ya estábamos acostumbrados a hacer la compra con el móvil, las tiendas más pequeñas se han podido subir al carro del comercio online en estos meses y se han desarrollado multitud de plataformas de compras de productos de cercanía, por lo que las opciones de ayudar a los comerciantes de barrio y tener productos más frescos ahora son mayores.
–Hoteles sin contacto: ya existían algunos hoteles en los que desde el check-in hasta el check-out se realizaba sin interacción con nadie, pero ahora esto será la norma. Desde el móvil se puede avisar de la llegada para que se active la llave de acceso a la habitación y cualquier servicio necesario se puede contratar o consultar desde la aplicación del hotel.
–De acampada en la terraza: una de las actividades preferidas por los niños en verano son los campamentos. La mayoría ha anulado los encuentros físicos pero se pueden encontrar muchos campamentos online y como los más pequeños se han habituado a ver a sus profesores desde la pantalla del ordenador, ya están acostumbrados a este tipo de actividades. En el caso de los viajes de intercambio o para aprender idiomas, ha ocurrido lo mismo, pero no es excusa para no mejorar nuestro nivel de inglés, francés, alemán o chino o incluso para aprender un nuevo idioma sin tener que viajar.
–Nos libramos de esperar nuestro turno. Ahora que ha terminado el período de presentación de la declaración de la renta hemos visto cómo las salas de espera de las oficinas de la Agencia Tributaria estaban prácticamente desiertas, especialmente comparado con otros años por estas fechas. La Administración Pública, en todas sus vertientes, está apostando por la tecnología para la presentación telemática de la mayoría de documentación, incluso para las matrículas de los colegios para el próximo curso… aunque habrá trámites que será necesario seguir efectuando físicamente, como la inspección técnica del vehículo.
–Camareros sin comanda: en muchos restaurantes ya no sólo muestran la carta mediante códigos QR que puedes abrir en el móvil, sino que además desde la propia aplicación se pueden elegir los platos para que la interacción con el camarero sea mínima.
–La oportunidad de conocer el paraíso: Y para los que no pueden viajar, aún queda la tecnología de Realidad Virtual, con la que se puede disfrutar de una idílica playa sin salir del salón de casa… ¡y no sólo eso! Podemos disfrutar de esas playas también con amigos o familiares que estén en su propio sofá. Las aplicaciones de realidad virtual y de realidad aumentada se usarán de forma cada vez más extendida también a la hora de alquilar o comprar una vivienda nueva para evitar desplazamientos innecesarios antes de la toma de la decisión final.
“Durante los tres meses de pandemia, hemos confiado en la tecnología para mantenernos en contacto no sólo con nuestros compañeros de trabajo sino también con nuestros familiares y amigos y es algo que tenemos que aprovechar ahora también”, asegura Juan Quintanilla, director general de Syntonize. “Tecnología no significa deshumanización, sino más bien lo contrario: consiste en acercarnos a los que más queremos cuando no podemos hacerlo físicamente. La tecnología, bien aprovechada, refuerza nuestras relaciones sociales y aunque el calor de un abrazo a un ser querido no hay aparato que lo supere, mientras tengamos que guardar distanciamiento, seguirá siendo la mejor compañía que podamos tener”.