La tecnología 5G representa el siguiente paso en la evolución de las redes móviles, pero para “despegar” requiere de coordinación entre los sectores público y privado para establecer una planeación armonizada y con las menores trabas burocráticas posibles.
Los municipios son un nivel de gobierno muy importante para la industria de telecomunicaciones inalámbricas. 5G Americas reconoce la importancia de reuniones como la que ocurrió entre la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (ANATEL) con representantes de la Cámara Municipal de San Pablo para discutir medidas que permitan mejorar y ampliar la infraestructura de telecomunicaciones*. Es importante que estos encuentros se traduzcan en el apoyo a reglas claras, armonizadas y ágiles que permitan la evolución de las redes.
En Brasil, los operadores móviles deben tramitar un licenciamiento ante la ANATEL y otros ante los gobiernos municipales. Además, en algunos casos se deben obtener permisos ambientales y de desarrollo urbano ante los gobiernos locales. En algunos casos, las autorizaciones para instalar infraestructura de telecomunicaciones se pueden demorar hasta dos años y los requisitos pueden ser muy diferentes entre cada municipio.
El explosivo crecimiento del tráfico móvil en Brasil impulsa la necesidad de adoptar un marco normativo que permita el desarrollo de redes móviles heterogéneas (“HetNet”). Las HetNet son redes de telecomunicaciones móviles que se componen por distintos tipos de celdas que interactúan entre sí (macro celdas y celdas pequeñas o “small cells”) y que además pueden incorporar soluciones como WiFi para permitir a los usuarios experimentar continuidad en su uso de las redes celulares.
Por sus características, las HetNet serán un componente necesario para soportar los casos de uso de las redes 5G para utilizar diferentes bandas de espectro y dar servicio a conexiones humanas y a las del Internet de las Cosas (IoT).
Como detalla el reporte de 5G Americas “Adopción Digital. Despliegue de infraestructura en América Latina”**, los reguladores en distintos países de América Latina van transitando hacia un esquema de medidas más ágiles para autorizar la instalación de infraestructura de telecomunicaciones. Concretamente, se observan tendencias como la desburocratización de procesos y armonización de los permisos para construcción y expansión de las redes de telecomunicaciones.
En Brasil es deseable que reciban continuidad procesos de reforma que solidifiquen estas tendencias. Esto se traducirá en mejores condiciones para el desarrollo de las HetNet en Brasil que atiendan diferentes entornos, pues las HetNet no son una “única solución” y requieren diferente planeación para atender escenarios más densos, como las principales ciudades, o incluso zonas rurales en donde se busca extender la cobertura.
En este mercado, la Ley N° 13.116 (conocida como “Ley de las Antenas”) es una normativa que propone medidas para promover el despliegue de infraestructura y reducir impactos negativos que pueden encontrarse en la fase de licencias locales sin perjudicar las atribuciones de los gobiernos locales. Entre sus puntos, se encuentran requerir procesos simplificados y homologados, plazos máximos para decisión sobre licencias y clarificaciones, así como criterios específicos para la instalación de celdas pequeñas (small cells).
Esos ejes representan una guía deseable para el desarrollo de las HetNet en Brasil, sobre todo como apoyo a políticas que buscan acelerar la llegada de 5G, como la probable asignación de espectro de las bandas de 3,5 y 26 GHz hacia 2020. La masificación de la banda ancha móvil y el desarrollo de Internet de las Cosas (IoT) requieren de una experiencia consistente al utilizar las redes móviles.
Esto requiere de inversiones para el diseño de redes interconectadas por estaciones macro, small cells y diferentes tecnologías móviles, pues los operadores requieren aprovechar espectro escaso para atender conexiones 2G, 3G, 4G y próximamente 5G.