Varias ciudades latinoamericanas están embarcadas en el diseño y/o renovación de sus sistemas de transporte urbanos, para adaptarlos a la economía digital. Para alcanzar ciudades modernas, con sistemas de transporte alineados con las exigencias y necesidades de sus ciudadanos, cada vez más empoderados y exigentes, donde se propicia mejorar la experiencia del usuario, reducir los tiempos de viaje, minimizar los costos e integrar diferentes modalidades de transporte y medios de pago, es esencial abordar estos proyectos sobre tres pilares: sistemas de pago integrados, soluciones de gestión de flota eficientes y plataformas de información al usuario de última generación, los que deben estar centrados en el usuario.
En el ámbito de los sistemas de pago, es necesario usar una nueva generación de “tarjetas cerradas” aplicando tecnologías inteligentes más eficientes y robustas (MIFARE Plus, DESfire, EMV u otras), lo que se debe complementar con una red de carga de amplia cobertura, con tótems y autoservicios automatizados, y/o cajeros automáticos y manuales. Pero además es clave ampliar el sistema para que se pueda pagar con tarjetas bancarias o de casas comerciales, o incluso pagar con dispositivos inteligentes y aplicaciones tipo PayPal o Apple Pay, que no requieren una red de recarga específica exclusiva, lo cual facilita la vida al usuario, entregando mayor cobertura a la red de transporte.
Para soportar estos medios de pago, se necesita un robusto sistema de procesamiento y una plataforma tecnológica sólida, que transmita al sistema central todas las informaciones sobre el viaje y la tarifa pagada, de acuerdo el registro de transacciones realizadas por las tarjetas o medios de pago escogidos. Además, el proveedor tecnológico debe ser capaz de realizar el además de realizar el clearing de transacciones, que consiste en la repartición de la recaudación a los múltiples operadores del sistema de acuerdo a los contratos establecidos.
Todos estos sistemas, a su vez, requieren de una plataforma tecnológica sólida, que demanda una serie de elementos que incluyen infraestructura ad-hoc y software especializado: validadores, zonas pagas, tótems y terminales de carga y auto-atención, tarjetas, herramientas de software, servidores, bases de datos, data warehouse, antenas, sensores, equipos para fiscalización, entre otros, los que deben contar a su vez con servicios de soporte especializado y mantención.
En paralelo, se debe avanzar en el diseño e implementación de soluciones novedosas para controlar la evasión, como levantar “zonas de pago” eficientes y autosustentables, como las que han sido implementadas exitosamente varias ciudades de la región.
Los proveedores de tecnología que hemos estado trabajando de manera intensiva en la evolución de estos sistemas, estamos constantemente probando soluciones que estén alineadas con los nuevos requerimientos de los usuarios y las nuevas herramientas digitales que van surgiendo. Es así como hemos podido desarrollar novedosas soluciones para controlar la evasión, zonas pagas más eficientes y autosustentables, además de ir ampliando métodos de pago, incorporando sistemas de carga o pago virtual con teléfonos inteligentes, e incorporando sistemas de tarifa eficiente (fare capping, con pases semanales, o regímenes tarifarios diarios, por zonas geográficas, y otros), todos elementos que se traducen en un mejor servicio para el usuario, que debe ser el centro de todo sistema de transporte moderno.
Por Marcela Morales Gerente Centro de Competencias de Transporte SONDA