En las empresas, es recurrente la existencia de estrategias para la resolución rápida y efectiva de un eventual problema en servicios críticos. Sin embargo, normalmente no hay un mapeo único de dónde, cómo y por qué surgió dicho problema, aunque existan infinitos equipos propios para manejar la situación. El estudio State of the Network revela que alrededor del 65% de los encuestados, administradores de redes y sistemas, afirman que determinar si el problema es causado por la red, aplicaciones o bases de datos es uno de los principales desafíos en la resolución de ocurrencias.
Incluso después de que se identifica el problema, la empresa todavía lleva un tiempo para delegar la tarea al equipo de TI, el que se toma más tiempo para resolver el problema. Al final, con la fragmentación de las empresas en equipos, vino una diversidad de aplicaciones a ser utilizadas y, por eso, son pocas las herramientas en el mercado que logran traer una visión general de lo que está sucediendo en el ambiente como un todo.
Entre ellas, podemos citar las soluciones de NPMD (Network Performance Monitoring and Diagnostics), una herramienta colaborativa que auxilia en la comunicación interna entre diversos departamentos de una empresa en la resolución de ocurrencias, utilizando el método de correlación de informaciones (el llamado análisis fin a fin). Actualmente, Gartner realiza un análisis de mercado sobre las soluciones más completas de NPMD, pues el asunto ha crecido en relevancia, aunque las empresas no necesariamente necesiten obligatoriamente de estas soluciones para mantener los negocios en marcha.
Por no ser una herramienta impredecible para el funcionamiento de una red, o que a menudo se considera una solución de segunda necesidad, las empresas acaban priorizando otros factores, como la seguridad y la adquisición de nueva infraestructura para el ambiente (Switches, Routers, Servidores, aumento de enlaces). Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el monitoreo de esas redes y servicios, en momentos de fallas en el sistema, es tan esencial como los citados anteriormente. Aún más para corporaciones que poseen una red grande y compleja en la que desbordan datos y hay una mezcla de diferentes tipos de informaciones circulando, haciendo la visibilidad y el control de ese tráfico desafiantes.
Con ello, la preocupación por la seguridad y el acceso a las redes y sus aplicaciones debe ser un paquete cerrado por las empresas, que ya incluya la posibilidad de observar el desempeño y el status de ese ambiente. Pues, la existencia de estrategias de seguridad no tiene efectividad si no sabemos qué, cuándo y dónde debemos protegernos. Lo mismo vale para el acceso, en el que no adelanta tener nuestras redes internas si no sabemos lo que ocurre dentro de ellas – es necesario tener una cierta visibilidad de estos datos. Con eso, es necesario tener esa asignación de cuáles son los tipos de información que transitan y por donde circulan, para traer insights de cómo determinados servicios pueden ser perfeccionados por los equipos de IT y otros departamentos involucrados.
A largo plazo, la introducción de este tipo de herramienta para el monitoreo de las redes facilitaría el proceso de soluciones de problemas, una vez que agilizaría el movimiento interno de los empleados para encontrar y resolver la situación y, por lo tanto, haría el proceso más eficiente. Además de permitir un corte de costos y disminución de pérdidas, ya que aumentaría la eficiencia del equipo y acortaría el tiempo perdido en que el servicio estuvo fuera del aire. (El famoso MTTR – Mean Time To Repair).
Al comparar con las soluciones utilizadas actualmente, en las que la gran mayoría todavía necesita ser activada manualmente, los equipos de NPMD permiten que estos procesos sean hechos de manera automatizada – y por eso permiten procesos más rápidos, pues no es necesario accionar varios equipos para poseer la visibilidad del ambiente. Otra ventaja es que estas soluciones sólo necesitan una configuración inicial y el seguimiento/ ajustes periódicos del funcionamiento de la herramienta. Es necesario tener una herramienta que me traiga visibilidad y no más trabajo a lo largo del día.
Estas soluciones ofrecen más autonomía a los empleados para proactivamente encontrar y resolver problemas. Además, evitan el desperdicio de tiempo con salas de crisis, donde la presencia de al menos una persona especializada de cada equipo es necesaria para analizar lo que de hecho ocurrió y que, consecuentemente, generan retrasos para otros proyectos en ejecución. A corto y medio plazo, dan a las empresas independencia para monitorear, gestionar sus redes y principalmente unir equipos que han sido segmentados durante los años.
Por Rafael Baffa, Gerente de Soluciones Enterprise para América Latina en Viavi