El cloud computing y la ciberseguridad están en la cabecera de la lista de áreas de tecnología en las que se están centrando las empresas este año. Son muchas las que quieren mudarse a la nube o reforzar su ciberseguridad, y más aún después de situaciones como las que se han vivido recientemente en todo el mundo con los ataques de WannaCry. Todo este interés se traduce en un aumento en la demanda de esas habilidades y conocimientos. Pero a menos que las empresas puedan cerrar la brecha de habilidades tecnicas, pueden encontrarse bastante alejadas de sus objetivos cuando acabe el año.
Incluso realizando grandes esfuerzos, la contratación de talentos cualificados ha demostrado ser un tema importante para casi dos tercios de los encuestados en la 10th annual IT Skills and Salary Survey, realizada por Global Knowledge. Mientras que el 31% de los responsables de la toma de decisiones de TI afirman que están viviendo uno de los momentos más complicados para encontrar talento en materia de ciberseguridad, el 28% identifica el cloud computing como un desafío a nivel de contratación. Esto no significa necesariamente que las empresas necesiten mejorar los procesos de contratación o que tengan que poner un futbolín en la sala de descanso; simplemente no hay suficientes profesionales capacitados.
Mientras tanto, los cambios en los procesos de negocios están afectando directamente al personal existente. Casi dos tercios (64%) de los encuestados de la encuesta Global Knowledge indicaron que su carga de trabajo es un desafío, y el 40% informó que su carga de trabajo es muy complicada o la peor que habían tenido. A pesar de esforzarse por cubrir las vacantes necesarias para mejorar las habilidades del equipo, las empresas se enfrentan a un riesgo real de perder al personal contratado porque se quemen en sus puestos.
La respuesta lógica a cualquier déficit de habilidades es la capacitación. Pero eso también es un problema, porque los profesionales de la empresa ya suelen estar muy ocupados con el trabajo existente, ¿quién tiene tiempo para acudir a formaciones durante varios días o la energía para asistir a una clase nocturna?.
En medio de todas las malas noticias, sin embargo, hay algunas buenas. La investigación de Global Knowledge muestra que los profesionales de TI realizan su formación profesional a través de diversos métodos. El tradicional, en un aula y con clases dirigidas por un profesor, que puede perjudicar a los profesionales alejándoles de los proyectos que tienen entre manos, es solo una de las opciones. En el 41% de los casos, las sesiones de aprendizaje informales en el trabajo son el segundo método de formación más utilizado por los encuestados, por detrás del e-learning realizado a su propio ritmo.
En cuanto a las sesiones de aprendizaje informal, el estudio añade: “Este método implica que los profesionales técnicos comparten el desarrollo del contenido y la experiencia de aprendizaje, y podría ser tan simple como compartir conocimientos de un curso formal con un compañero de trabajo”.
Una herramienta de colaboración de video puede facilitar el intercambio de conocimientos, especialmente para los equipos dispersos físicamente. Después de asistir a un webinar, una conferencia o un MeetUp del sector, por ejemplo, los profesionales pueden transmitir lo que aprendieron.
Incluso pueden compartir contenido en tiempo real, reforzando su propio aprendizaje a medida que transmiten el material al equipo. Todo el mundo se beneficia de la información aprendida en el evento sin interrumpir el trabajo o incurrir en gastos de viajes de los miembros del equipo.
Una herramienta de colaboración en video también puede ayudar a las empresas tecnológicas a hacer escalables sus programas de formación tradicionales. Solo el 33% de los encuestados por Global Knowledge confían en sesiones de capacitación formal en el trabajo como parte de su desarrollo profesional, lo que indica que hay muchas oportunidades para que las organizaciones de IT amplíen sus programas de capacitación formal.
Los profesionales de la empresa con más experiencia o los proveedores de servicios formativos externos, pueden ser requeridos para dar formaciones durante la jornada laboral. Con el vídeo, el formador puede impartir la clase desde cualquier lugar, y ni siquiera se perderá el valor de interactuar cara a cara. También se pueden grabar formaciones en video para aquellos que no pueden asistir o que necesiten revisar el material en otro momento.
Pero formar al personal en estos ámbitos técnicos implica mucho más que asegurar que la empresa tiene las habilidades necesarias para alcanzar los objetivos fijados. También ayuda a mejorar la retención de empleados. El 42% de los que se formaron durante el último año afirmó estar completamente satisfecho con su puesto actual, frente al 32% de los que no lo hicieron. Además, el 22% de los que se formaron aseguraron sentirse más seguros en su puesto, frente al 13% de los que no lo hicieron.
Las sesiones informales de capacitación cara a cara contribuyen más a la retención que otros métodos de formación, ya que fomenta los vínculos dentro del equipo. Y cuando la videoconferencia es una herramienta habitual de colaboración, esas relaciones se pueden fomentar sin importar la distancia.
Si el equipo de una empresa no está alcanzando sus metas en materia de ciberseguridad o de integración de la nube tan rápido como se desea, es probable que se deba a la brecha de habilidades. Y exigir más al equipo puede ser contraproducente. Por el contrario, puede ser necesario un poco de creatividad y de flexibilidad, pero los responsables de TI podrán cerrar la brecha de habilidades aprovechando la videoconferencia para hacer más accesible la formación mientras construyen y fortalecen relaciones entre los empleados que mejorarán la retención.
Por José María Vilar-Sancho Raga, Portavoz y Sales Manager de Polycom Iberia