La propia Microsoft determinó que el ciclo de vida de Windows 7 concluye el 14 de enero de 2020. Paralelamente, las principales estadísticas reflejan que Windows 7 continúa siendo el sistema operativo más utilizado del mundo. Sin embargo, el gerente de ventas de Windows Commercial und Cyber Security Bereich de Microsoft Alemania, Milad Aslaner, opina en el blog de la empresa que el software es insuficiente: “De manera lenta pero segura, Windows 7 está envejeciendo. Actualmente, no está a la altura de los requisitos que deben cumplir las tecnologías modernas, o los elevados estándares de seguridad con que operan los departamentos de TI”.
La nueva estrategia de Microsoft para promover la migración a Windows 10 sustituye a la intensa campaña de actualización gratuita realizada durante 2016, cuya iniciativa más agresiva fue hacer que Windows se comportara como malware. La propia empresa lamentó posteriormente su decisión.
Milad Aslaner pone relieve que a pesar de las continuas actualizaciones de seguridad que Microsoft distribuye para Windows 7, los esfuerzos no son suficientes, ya que sólo eliminan las vulnerabilidades existentes. Es decir, la seguridad fundamental de Windows 7 no es mejorada. “Windows 7 se basa en arquitecturas de seguridad ya obsoletas. Especialmente las empresas deberían considerar la migración hacia un sistema operativo moderno, con buena antelación a la caducidad del soporte técnico, en 3 años”, comenta Aslaner, quien agrega que Windows 7 implica a la vez mayores costos de operación. “Se pierde tiempo y trabajo debido al aumento de los ataques de malware o por el aumento de las solicitudes de soporte”.
Otro problema radica en la falta de actualización de controladores por parte de fabricantes de hardware. Así, periféricos como impresoras modernas ya no se comunican adecuadamente con Windows 7, observa Aslaner, a cuyo juicio “Windows 7 fue el primer paso en el camino hacia la nube, junto con estar diseñado para el mundo inalámbrico de la década de 2000”.
El ejecutivo manifiesta especial preocupación para el caso de las empresas que actualmente consideran migrar hacia Windows 7, y no hacerlo directamente hacia Windows 10: “Las empresas, y consumidores, que hoy se encaminan hacia Windows 7, deberán enfrentar riesgos formidables en tres años”.
En este contexto, cabe recordar una demostración hecha por Microsoft la semana pasada, donde puso de relieve la capacidad de Windows 10 de neutralizar ataques de día cero. Para ello, la empresa hizo referencia a un ejemplo concreto de 2016 donde se habría demostrado que Windows 10 está mucho más protegido contra nuevos ataques que sus predecesores. La demostración se basa en dos vulnerabilidades de Windows identificadas como CVE-2016-7255 y CVE-2016-7256, eliminadas de todas las versiones soportadas de Windows en noviembre pasado. Según Microsoft, estas vulnerabilidades sólo afectaban las versiones anteriores a Windows 10, pero no a su último sistema operativo: “constatamos que las técnicas introducidas con la actualización aniversario de Windows 10 -distribuida meses antes de estos ataques de día cero- consiguieron neutralizar no sólo el código específico de ataque, sino también los métodos de ataque. El resultado es que se redujo considerablemente la superficie vulnerable, que habría estado expuesta a similares ataques de día cero”.