La víspera, el fabricante surcoreano Samsung había suspendido las ventas de su nuevo phablet Galaxy Note 7, debido a reiterados casos de combustión del aparato. El caso más grave, por involucrar un avión, se produjo durante el proceso de embarque de un vuelo doméstico en Estados Unidos, cuando un Galaxy Note 7 comenzó a arder en el bolsillo de su propietario.
Los planes de Samsung era en que es un nuevo producto mejoraría su posición en el altamente competitivo mercado de smartphones. En lugar de ello, la empresa enfrenta una de las mayores crisis de su historia, que ya ha tenido un fuerte impacto en su cotización bursátil. La agencia Reuters informa que las acciones de Samsung cayeron en 8% en la Bolsa de Seúl el 11 de octubre luego del anuncio de suspensión definitiva de la producción de Galaxy Note 7 “por razones de seguridad”.
Samsung es el mayor productor mundial de smartphones, y su fuerte posición en la economía coreana quedó reflejada por una contracción general de la Bolsa de Seúl de 1,2% el día de hoy.
La situación se agrava debido a que los últimos casos reportados de combustión afectan a productos de una serie de reemplazo que, según Samsung, estaban libres de toda avería. En un comunicado, la empresa escribe que “los propietarios de un Samsung Galaxy Note 7 original, o de reemplazo, deberán apagarlos y dejar de utilizarlos inmediatamente”.
En su comunicado, la empresa agrega: “recientemente reducimos el volumen de producción con el fin de realizar una investigación en profundidad, como asimismo nuevos procedimientos de control de calidad. Sin embargo, debido a que nuestra mayor prioridad es la seguridad de nuestros clientes, hemos llegado a la conclusión definitiva de interrumpir la producción de Galaxy Note 7”.
Galaxy ha sido la serie portaestandarte de Samsung, por lo que el fin de la producción del nuevo producto ocasiona grandes pérdidas en momentos en que la empresa, operada a nivel familiar, iniciaba un cambio generacional en sugerencia. Según expertos, las pérdidas económicas podrían alcanzar inicialmente los 10 mil millones de dólares. a esto se suma el gran perjuicio para la marca Samsung y su percepción entre los usuarios a escala global.