Ericsson, que es el mayor proveedor mundial de infraestructura para telefonía móvil, presentó el martes 4 de octubre un programa de reducción de costos del orden de los mil millones de dólares.
Como parte del programa, la empresa cerrará sus fábricas en las ciudades de Borås, Gotemburgo, Karlskrona, Kumla, Linköping y Estocolmo. La producción en las fábricas de Lund, Luleå y Kalmar continuará sin alteraciones.
La empresa también pondrá fin a los contratos de 900 consultores externos, aunque anuncia la contratación de 1000 nuevos empleados en las áreas de investigación y desarrollo durante los próximos 3 años. El CEO de Ericsson, Jan Frykhammar, declaró: “Lamentamos tener que hacer este anuncio a nuestros empleados suecos, y sentimos gran respeto por el desasosiego que esta situación crea. Éstas medidas son necesarias para asegurar la capacidad competitiva de largo plazo de Ericsson, su liderazgo tecnológico y la entrega de servicios”.
A fines de 2015, la empresa tenía una plantilla global de 116.000 empleados, con una cuota de 38% del mercado de equipos e infraestructura para comunicaciones móviles.
En julio pasado, la empresa despidió a su CEO, Hans Vestberg, después de 7 años en el cargo, y 28 como empleado de Ericsson. En su despedida, el ejecutivo declaró “Ahora que la industria entra en una nueva etapa, impulsada por 5G, IoT y la Nube, es momento que un nuevo CEO tome el mando y continúe el trabajo con el fin de asegurar el liderazgo de Ericsson en la industria”. Desde entonces, Jan Frykhammar ha estado al frente de la empresa como CEO interino.