El periódico The Inquirer informa que tanto Dell como Sony sabían que las baterías fabricadas por esta última habían sido contaminadas por pequeñas partículas de metal durante su proceso de producción. Esta, a su vez, hacía que las baterías se recalentaran corriendo el riesgo de inflamarse.
Según la publicación, Sony y Dell optaron por una actitud de espera, con el fin de confirmar que las baterías efectivamente podían causar problemas serios. Esta posibilidad, en definitiva, quedaría confirmada por el surgimiento de episodios concretos entre los consumidores.
Cambios en las rutinas de producción
Ambas compañías habrían sostenido dos reuniones sobre este tema durante 2005 y 2006. En ambas oportunidades, las compañías no estaban convencidas de que las baterías eran verdaderamente peligrosas. Sony, en todo caso, habría decidido cambiar sus rutinas de producción, precisa The Inquirer.
El 24 de agosto, la compañía Apple, que también usa baterías fabricadas por Sony en algunos de sus modelos de computadoras portátiles, anunció que retiraría de circulación 1.8 millones de baterías defectuosas.
Imagen: Computadora Dell incendiándose durante una conferencia en Japón en junio pasado.