Desde el pasado jueves, la versión en inglés de al-Jazeera ha estado fuera de línea producto de incursiones de hackers pro EEUU. La versión en árabe, sin embargo, continúa en línea y en plena actividad.
Estas acciones de hacking político son fuertemente criticadas por defensores de la libertad de expresión. Uno de ellos, Ian Brown, declaró a la publicación Wired que en Internet debería existir la misma rebeldía que en la vida real se observa contra aquellos sujetos que queman libros o contra los propietarios de librerías que se niegan a vender libros que no son de su agrado personal.
Al-Jazeera, que realiza sus transmisiones desde Qatar, molestó a las autoridades estadounidenses y británicas al mostrar imágenes de prisioneros de guerra de sus países. El Secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, señaló que tales imágenes infringían la Convención de Ginebra, que prohíbe humillar a los prisioneros de guerra.
Algunos observadores, principalmente del mundo árabe, han afirmado que el hacking de al-Jazeera es responsabilidad de las propias autoridades estadounidenses. Estas deniegan categóricamente tales versiones, en tanto que el FBI ha iniciado una investigación del tema.