Vinton Cerf es considerado uno de los padres de Internet debido a su trabajo científico realizado hace 40 años, que resultó en el protocolo TCP/IP, que hizo posible la creación de la red de redes, Internet.
Desde 2005, Cerf ha estado contratado por Google con el cargo de Jefe Evangelista de Internet, siendo una de sus actividades la protección de la privacidad.
La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC), realizó ayer un seminario sobre la privacidad y la seguridad en Internet, donde Cerf fue uno de los oradores. Concluido el seminario respondió preguntas de los asistentes. Uno de ellos le pidió su opinión sobre la afirmación de que las nuevas tecnologías están socavando el concepto de la privacidad.
“Yo no lo diría con esas palabras, pero a futuro será cada vez más difícil tener privacidad. Sin embargo, es conveniente pensar que, en realidad, la privacidad podría constituir una excepción”.
La privacidad, algo nuevo
“No sé si alguno de ustedes haya vivido en un pueblo pequeño, pero yo sí. En 1962 vivía en un pequeño pueblo de Alemania, que sólo tenía 3000 habitantes. El gerente del correo local estaba enterado de las actividades de todos, debido a las cartas que iban y venían. Nadie tenía teléfono en casa, y era necesario ir al correo, donde el gerente conectaba las llamadas, indicándote una pequeña cabina donde debías coger el auricular. A esto se suma que en un pueblo de 3000 habitantes no hay privacidad. Todos se enteran de la vida de los demás”, explicó Cerf.
A juicio del padre de Internet, la revolución industrial y el crecimiento en la concentración demográfica urbana produjo una sensación de anonimato, que a su vez “nos hizo crecer que teníamos privacidad, ya que nadie sabía quiénes éramos”.
“Estoy consciente que se trata de una simplificación, pero no quiero que ustedes crean que soy así de superficial”, acotó Cerf, precisando que no se refería a la vigilancia y espionaje masivo realizado por gobiernos, sino al aporte que los propios usuarios de Internet hacen para reducir la privacidad.
“Nuestra conducta social es altamente perjudicial para la privacidad. La tecnología que hoy en día utilizamos nos hace alejarnos de nuestra intuición social”, señaló Cerf, presentando luego el siguiente ejemplo: “Imagina que viajas a Egipto y posas frente a las pirámides para una fotografía que luego será publicada en Internet. Supongamos que hay alguien cerca -llamémosle Joe. Tú no sabes quién es Joe, ni tampoco te importa. Todo lo que te interesa es que te tomen la fotografía, con las pirámides de fondo. Luego subes la foto a tu sitio web, a Flickr, YouTube, o donde sea. Luego, alguien que busca fotografías de pirámides en Internet encuentra la tuya y reconoce a Joe, y lo etiqueta. Luego, alguien busca fotografías de Joe y encuentra esta imagen. Sin embargo, Joe había dicho que estaba en Londres en esa fecha. Pero claro, esta fotografía lo muestra en las pirámides ese mismo día. La idea entonces es que el engaño de Joe fue descubierto debido a una secuencia de actos aparentemente inofensivos”, explicó Cerf.
Luego, dijo utilizar este ejemplo como una suerte de metáfora de nuestra necesidad de desarrollar costumbres sociales que en grado mayor que antes respeten la privacidad de los demás.
“Quizás no sepamos cómo especificarlo. Lo que yo creo que ocurrirá, es que ustedes experimentarán situaciones en que algunas personas sufrirán bochornos, otros irán a la cárcel, otros tendrán distintos problemas, como consecuencia directa de situaciones como la descrita en el ejemplo. Posiblemente, esto derive en costumbres y prácticas que respeten la privacidad. Sin embargo, es una situación incierta, y no es fácil dictar una solución”, concluyó Cerf.
En esta página hay una grabación de la charla. La pregunta descrita en este artículo es respondida en el minuto 39.
Fotografía: Veni Markovski, con licencia de Wikimedia Commons