Tradicionalmente, las soluciones de DR están asociadas a implementaciones complejas y de alto costo. Afortunadamente, la irrupción del DR en modalidad de servicio (Disaster Recovery as a Service – DRaaS) gracias a la irrupción de tecnologías en la nube, ha aumentado notablemente la eficiencia en la gestión de los planes de recuperación ante desastres, y ha reducido los costos de manera importante.
La solución tradicional de DR basada en uso de cintas no cumple con los requerimientos actuales de las empresas en los dos parámetros fundamentales de medición de eficiencia del servicio: en el instante de tiempo antes del desastre con el cual se desea recuperar los sistemas (recovery point objective – RPO) y en el que tiene relación con el tiempo que tomará recuperar los sistemas (recovery time objective – RTO). Hoy en día, gran parte de los sistemas informáticos operan en modalidad 24x7x365, por lo cual las empresas están solicitando que los RPO y RTO de sus sistemas sean cada vez menores.
Desde el punto de vista financiero, las empresas deben mantener hardware costoso para la recuperación de las cintas, que generalmente está sub-utilizado, ocupando espacio y energía a la espera de que ocurra un desastre.
En una solución de DR basada en cloud (DRaaS), cuando ocurre un desastre, los equipos técnicos pueden comenzar una recuperación inmediata una vez que se establece la conectividad entre el Cloud y el sitio de contingencia.
Dependiendo de las necesidades del negocio hay varias alternativas de sitios de contingencia que difieren en costo y eficiencia. En primer lugar, está el servicio de sitio de contingencia “caliente”, que consiste en mantener una copia exacta del sitio productivo. Es la alternativa de mayor costo y de mejor RTO/RPO. Luego, tenemos el sitio de continencia “frío”, que contempla mantener sólo el espacio y comunicaciones necesarias para alojar el equipamiento una vez provisto en caso de contingencia. Una alternativa intermedia que combina ambos modelos es el sitio de contingencia “tibio”, que tiene todo el equipamiento necesario para iniciar una recuperación en caso de desastre.
La utilización de DRaaS puede ser considerada en cualquiera de estas tres modalidades, reduciendo de manera importante el CAPEX. Sólo como ejemplo, se debe considerar que el costo/GB del almacenamiento basado en cloud es mucho más económico que el costo del almacenamiento en instalaciones propias, por lo cual por un costo mucho menor se accede a un RTO equivalente.
Otra ventaja importante del DRaaS se presenta en las pruebas periódicas de recuperación. En un sistema tradicional, el alto costo de las pruebas de recuperación obliga a realizar sólo muestras, con lo cual hay una parte significativa que sólo se prueba en una recuperación real. Con el modelo DRaaS, es posible realizar pruebas completas.
Las soluciones actuales de DRaaS introducen funcionalidades que permiten llevar el RPO y RTO de los sistemas críticos a tiempos cercanos a cero. El sistema permite, entre otros factores, realizar una copia de información basada en bloques, que prescinde de las “ventanas de mantención” que tradicionalmente se requerían para no afectar el rendimiento de las aplicaciones; llevar a cabo un agrupamiento lógico de los servidores, de manera de recuperar sistemas completos en el orden correcto de los servidores que los componen; proteger de manera continua de los datos, y así tener acceso en todo momento a las copias; y hacer pruebas de recuperación sin impacto en la disponibilidad del servicio. Todo esto con niveles de seguridad garantizada debido a la existencia de enlaces dedicados entre el sitio productivo y el ambiente de cloud.
Las decisiones de negocio definirán finalmente la arquitectura de DR, balanceando los costos de la recuperación con los costos de la indisponibilidad de los sistemas. Independiente de dicha arquitectura, la componente cloud de los programas de DR ha llegado para quedarse.
Por Sergio Rademacher, Gerente Corporativo de Servicios de Datacenter y Cloud SONDA
