De esa forma, el ejecutivo y legisladores franceses buscan contrarrestar los efectos de la cultura “always on”, donde numerosos empleados dedican parte de su tiempo libre a revisar y responder correo electrónico laboral, informa la agencia AFP.
A partir de ahora, para las empresas con más de 50 empleados será obligatorio negociar con los empleados, y luego establecer contractualmente los horarios de restricción de comunicaciones.
En su editorial del viernes 30 de diciembre, el periódico francés Libération respaldó la iniciativa argumentando que “a menudo se evalúa a los empleados dependiendo de su disponibilidad para el empleador fuera del horario laboral”.
El nuevo instrumento legal es parte de un paquete de reformas impulsadas por el gobierno socialdemócrata, y especialmente por la ministra del trabajo Myriam El Khomri. Inicialmente, el proyecto de ley fue fundamentado con un informe donde se advertía sobre los negativos efectos que tiene en la salud la utilización exagerada de dispositivos informáticos.
Citado por la BBC, Benoit Hamon, secretario general del Partido Socialista de Francia habría declarado en 2015 durante el lanzamiento de la iniciativa legal: “los empleados abandonan físicamente la oficina, pero continúan trabajando. Continúan atados a su trabajo prácticamente con un collar electrónico, como un perro. Los mensajes de texto y el correo electrónico toman el control de la vida de los individuos hasta un momento en que estos colapsan”.