En caso de confirmarse la transacción, que cerraría a fines de 2017, Qualcomm se convertiría en uno de los mayores proveedores de chips para la industria de la automoción, que actualmente se encamina a la era de los vehículos autónomos.
NXF Semiconductors fabrica chips para smartphones, junto con tener una importante presencia en las industrias automotriz, seguridad, e Internet de las Cosas.
Paralelamente, la mayor parte de la facturación de Qualcomm proviene de patentes de tecnologías inalámbricas, que licencia a la industria de telefonía móvil, junto con comercializar sus propios procesadores.
La facturación combinada de la empresa resultante de la fusión será de US$ 30 mil millones, escriben Qualcomm y NXP Semiconductor en un comunicado conjunto. “Al unir la hoja de ruta de Qualcomm con los canales de venta y posición de NXP en los mercados de la automoción, seguridad e IoT, estaremos mejor posicionados para empoderar a los clientes y consumidores con los beneficios de un mundo inteligentemente conectado”, comentó Steve Mollenkopf, CEO de Qualcomm.