Desde que los transistores fueron inventados en 1947 ha sido posible producir este componente de circuitos en tamaños cada vez más pequeños. Este desarrollo sustenta el principio de la ley de Moore, según la cual el número de transistores en los circuitos integrados más compactos es doblado con una frecuencia de aproximadamente 2 años.
A mediano plazo, posiblemente entre 2020 y 2025, el tamaño de los transistores será tan ínfimo que ya no será viable, en términos prácticos o económicos, reducir aún más su tamaño. Para entonces, el tamaño de los componentes de los transistores se medirá sólo en unos pocos nanómetros.
Éste pronóstico ha llevado, hasta ahora, a concluir que la ley de Moore se acerca a su fin. Sin embargo, recientemente la organización Semiconductor Industry Association (SIA) publicó una hoja de ruta, denominada International Technology Roadmap for Semiconductors, según la cual el sector de semiconductores no tiene intenciones de poner fin a la ley de Moore. En lugar de ello, la industria apostará por otros enfoques con el fin de asegurar que los circuitos integrados compactos puedan, de todas formas, incorporar cada vez más transistores.
La analogía quizás más importante en tal sentido es la que se observa en muchas grandes ciudades, con muchos habitantes y espacio reducido: se construye en las alturas.
El equivalente para el caso de los transistores, es decir, apilarlos en un circuito integrado es un principio ya utilizado en el sector de las memorias. Entre otras cosas, hay memorias flash con 48 capas. Según SIA, la misma tendencia podría imponerse en la industria de los semiconductores durante la próxima década.
La propuesta se suma a un enfoque referido como “Moore than Moore”, juego de palabras que en inglés se entiende como “más que Moore”, donde ya no es la capacidad del procesador que constituye el principio subyacente. En lugar de ello, es preciso partir de la base de las aplicaciones y desde ahí considerar con qué componentes dotar al procesador para que este las soporte.
SIA apunta que, en realidad, quizás los usuarios ya no necesiten más capacidad de cómputo en computadoras personales – al menos por el momento. La organización observa que, paralelamente, la demanda de capacidad de cómputo en los centros de datos resultará en una necesidad 30 veces superior a la actual en el número de núcleos de procesadores en cada centro de datos. SIA pronostica que esto se alcanzará equipando los procesadores para servidores con más de 100 núcleos. Paralelamente, la capacidad de almacenamiento en los grandes centros de datos será 3700 veces mayor en 2029 que en 2015.
Mayor capacidad de cómputo en dispositivos móviles
La organización también pronostica que la industria entrará en un formidable proceso de desarrollo de tecnología de procesadores para dispositivos móviles. Así, el número de núcleos que serán incorporados en el procesador de aplicaciones aumentará de los actuales 4 a 25 para 2029. Con todo, este número empalidece al comparársele con el incremento pronosticado de núcleos para el procesador gráfico; de los 6 núcleos de 2015, a 303 en 2029.
La hoja de ruta de SIA debe entenderse como un pronóstico; es decir, la tecnología podría tomar un rumbo distinto al descrito por la entidad. Al mismo tiempo es altamente probable que los mayores fabricantes de semiconductores tengan planes propios, sobre los cuales guardan reserva. La organización IEEE Spektrum se refiere al tema en este documento.
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Ilustración © Timofeev Vladimir vía Shutterstock
Whitepaper – Hoja de Ruta de SIA