El periódico británico The Guardian informa que la autoridad de protección de datos de Luxemburgo habría iniciado una investigación de Skype debido a preocupaciones de que la empresa coopera con la agencia nacional de seguridad estadounidense, NSA, para el proyecto PRISM.
Skype es una subsidiaria de Microsoft, pero aún tiene su sede en Luxemburgo. Si las investigaciones demuestran que la empresa ha intercambiado secretamente datos de sus usuarios con la NSA, podría tratarse de una infracción contra las leyes de protección de datos de Luxemburgo. Según The Guardian, en tal caso la empresa podría ser sancionada con multas y una consiguiente prohibición de seguir aportando datos a las autoridades estadounidenses. Según el periódico, la supervisión de comunicaciones en Luxemburgo sólo puede ser realizada con autorización de un tribunal.
En esta oportunidad, The Guardian no especifica su fuente, aparte que ninguna de las partes involucradas aceptó hacer declaraciones. El periódico no descarta que la cooperación entre Skype y la NSA sea autorizada por el gobierno de Luxemburgo mediante acuerdos secretos desconocidos por la autoridad de protección de datos de ese país.
Anteriormente se creía que las comunicaciones vía Skype eran sobremanera difíciles de intervenir, principalmente debido a la arquitectura distribuida del servicio. El año pasado trascendió que Microsoft había trasladado a sus propios centros de datos gran parte de los supernodos de Skype. Probablemente, su intención era facilitar la integración de servicios de Skype con los servicios de la propia Microsoft.
En oportunidades anteriores, la gerencia de Skype ha asegurado que la empresa no está en condiciones técnicas de asistir a las autoridades judiciales a escuchar las conversaciones.