El cierre de Google News en España no sólo afectará a grupos editoriales y diarios, sino que también debilita el poder de medios españoles independientes en detrimento de todos. De lo que muchos comentaristas se están dando cuenta ahora es que no sólo los periódicos españoles desaparecen de Google News, sino de que también desaparecerán del “apartado de noticias” en los principales resultados de búsqueda en Google – privando a los consumidores, tanto nacionales como internacionales, de noticias relevantes en España. Con el 98 por ciento del mercado de búsquedas en España, Google actúa como el ‘guardián de Internet’ para millones de usuarios de la Web en este país y, por lo tanto, tiene el poder de decidir unilateralmente lo que encuentran y leen online. La capacidad de un ‘player’ como Google de ‘apagar’ una enorme extensión de Internet es un efecto demoledor de su posición dominante contra la cual necesitamos actuar inmediatamente.
No olvidemos que esta ley fue creada en un esfuerzo por restablecer la igualdad de condiciones de competencia leal para todos los agentes del sector, así como la defensa del trabajo de reporteros, fotógrafos y editores que invierten importantes recursos en la creación de contenidos originales y de actualidad, de los cuales se nutre Internet. Muy pocos podrían discutir que los esfuerzos de estos individuos y de otras muchas organizaciones no sólo son importantes para la economía, sino también fundamentales para la salud de una sociedad democrática.
Google crea contenido virtual, nunca original – ciertamente no contribuye a la transmisión de noticias. Sin embargo, sí busca aprovecharse del trabajo de miles de personas. Su alegato de no generar ingresos con su servicio de Google News es falso. Google News está estrechamente relacionado con el resto de numerosos servicios de la compañía que, evidentemente, generan miles de millones. De hecho, en 2008, Marissa Meyer –cuando todavía trabajaba en la compañía, afirmó que Google News era “una máquina de referencia de búsquedas con un valor de 100 millones de dólares” para el resto de sus servicios.
No se trata de proteger a una industria ‘fallida y anticuada’ – se trata de proteger la competencia en un mercado que da cabida a numerosos puestos de trabajo – y por la protección de un entorno plural y saludable para los medios de comunicación. La posición dominante de Google significa que no hay alternativas reales a Google en España – ya sea en general o en la búsqueda de agregación de noticias. Ningún otro agente tiene la facultad de intervenir o hacer frente a Google; a ningún tercero se le ha permitido crecer para ofrecer una alternativa real, ya sea para los editores que buscan un público más amplio por su contenido, ni para los usuarios que buscan encontrar noticias. El mero hecho de que un solo agente pueda, durante la noche, eliminar más de un tercio del tráfico de un periódico nacional tan importante como El Mundo (según informaba el New York Times la semana pasada) debe ser visto como evidencia del efecto de Google exhibiendo su poder de mercado en este segmento.
Mientras que la propia ley puede tener defectos, (y –aun después de haber sido probado por bastantes participantes del mercado para definir los elementos clave como los precios mínimos– simplemente no conocemos su impacto total), no podemos olvidar que es la posición dominante de Google y su intransigencia en las negociaciones con las editoriales lo que llevaron a la redacción de esta Ley. Las acciones de Google están obligando a los reguladores a considerar acciones intersectoriales que pueden tener consecuencias imprevistas y no deseadas para todas las partes interesadas.
La respuesta de Google es otro ejemplo de su enfoque cínico y arrogante a las leyes y reglamentos nacionales, y muy posiblemente pretenda ser una dura advertencia a otros editores. En algunas áreas -tales como la privacidad- sencillamente ignoran las leyes que no encajan con sus objetivos. Continúa recogiendo y combinando datos de los usuarios a través todos sus servicios de manera ilegal, y es aparentemente capaz de tolerar y pagar varios millones de dólares de multas como un “peaje para hacer negocios”. Sin embargo, en este caso, en lugar de correr el riesgo de pagar una multa de 750.000 dólares, opta por tomar la opción de cerrar su servicio. Creemos que esto no tiene tanto que ver con el pago económico en España, sino que se centra más en enviar un mensaje a otros editores que estén considerando defender sus derechos.
Google ya tiene un dominio y poder del mercado tan relevantes que puede actuar de manera unilateral -se siente por encima de todo y es capaz de asumir o ignorar las leyes locales a voluntad- incluso tomando la decisión de cerrar sus servicios para castigar a los competidores en aquellos países donde no consigue salirse con la suya. Hoy se trata de Google News en España, pero hay poco que hacer para evitar que Google ejerza su poder en otros muchos sectores y mercados, excluyendo a los consumidores y a las empresas a su antojo con el fin de obtener su propio beneficio.
Por supuesto, esto sólo refuerza la necesidad de poner fin al abuso de posición dominante de Google, y reitera la necesidad de actuar de inmediato para restaurar un mercado online justo y competitivo antes de que sea demasiado tarde.
Por ICOMP (Iniciativa por un mercado online competitivo)
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Ilustración: Andrey Popov © Shutterstockc.com
