Snowden se describe como un experto técnico, que trabajó como agente encubierto para la CIA y la NSA. Asimismo, fue orador de una cátedra de contraespionaje en Defense Intelligence Agency, organismo federal de inteligencia adscrito a la Secretaría de Defensa de Estados Unidos.
“Soy un experto técnico, y no trabajo con personas. No recluto agentes. Lo que hago es procurar que los sistemas TI funcionen al servicio de Estados Unidos, labor a la que me dediqué en todos los ámbitos posibles; desde el nivel más inferior, hasta la propia cúspide”.
Edward Snowden descalificó categóricamente toda insinuación de que haya sido un agente de rango inferior, y que no tenga experiencia en el trabajo de inteligencia. Al parecer, esta aclaración es necesaria para Snowden debido a que desde que hace un año inició su filtración de documentos secretos, las autoridades estadounidenses se han referido a él como “administrador de sistemas”. El propio presidente Barack Obama lo ha calificado de “hacker”.
“Recibí entrenamiento como espía, en el sentido tradicional de la palabra, debido a que viví y trabajé en secreto en el extranjero, pretendiendo tener un trabajo que no tenía. Incluso se me asignó un hombre que no era el mío”, declara Snowden en la entrevista transmitida por el canal estadounidense de televisión NBC.
Según NBC, Snowden descargó hasta 1,7 millones de documentos secretos antes de abandonar su país. No hay certidumbre sobre el número de documentos que ha entregado a la cineasta Laura Poitras y a los periodistas Glenn Greenwald y Ewen MacAskill. Según estimaciones, se trataría de 15.000 – 20.000.
Edward Snowden dijo sentirse motivado a convertirse en filtrador debido a que en su cargo como agente de la NSA pudo ver violaciones sistemáticas y masivas de la constitución estadounidense. Agregó que si el gobierno de su país no hubiese incurrido en estas ilegalidades, no habría necesidad alguna de filtradores. Puso además de relieve que “la gente no opta por abandonar su vida actual, y dejar todo atrás, sin siquiera alcanzar a despedirse de sus seres queridos, si no hay una fuerte razón que lo justifique”.
Al ser consultado si quería regresar a Estados Unidos y si pediría clemencia, respondió que “desde luego quisiera regresar”, pero depende del gobierno y del pueblo estadounidense decidir sobre un eventual perdón o clemencia. El periodista le pregunta entonces si estaría dispuesto a “cerrar un trato” con el gobierno, que le permitiera regresar a su país. Snowden respondió que sus prioridades no son de índole personal, y que su verdadero interés es que las actividades ilegales que ha denunciado sean reformadas y que “la familia que dejé atrás, el país que deje atrás, puedan recibir ayuda. Seguiré trabajando en pos de mis objetivos, de manera responsable, sin hacer daño a nadie”.
Respecto de su asilo en Rusia, dijo que éste se vence en agosto y que en caso de ser relevante, solicitará una extensión del mismo. De paso, desmintió estar cooperando con el organismo de inteligencia rusa FSB.
Consultado si se definiría como un patriota, Snowden respondió afirmativamente. La definición de Snowden como un traidor o patriota es un tema que, al menos en Estados Unidos, tiene casi igual relevancia que las ilegalidades de la NSA. Explotando este enfoque, NBC News mostró declaraciones del secretario de Estado John Kerry, quien calificó a Snowden de “cobarde y traidor”, invitándole a regresar a Estados Unidos para enfrentar a la justicia.
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Ilustración: Fotograma de la entrevista de NBC.
